RUIDERA (LA MUERTE DEL POETA)

EL QUINCE DE MAYO

         Casi al mismo tiempo que en Buenos Aires (¿en Santos Lugares?) moría el Maestro Sábato, estalló por fin en Madrid lo que tanto tiempo habíamos estado esperando:

         Como si ambos hechos tuvieran una vinculación oculta: Al mismo tiempo que desaparecía del mundo un gran luchador, al mismo tiempo que fallecía con él el Surrealismo, La Física Atómica Moderna, el Existencialismo, el Boom Latinoamericano; en resumen, el siglo XX.- Il mismo tiempo que moría Sábato el Incorruptible, el Auténtico hasta extremos dolorosos, un quijotesco don Miguel de Unamuno con galerías de los sueños más obscuras, surgía un nuevo tipo de movimiento político en España y luego en otros países. - Como si la rebeldía revolucionaria de aquel viejo anarquista se reencarnara en la energía fresca del 15M.

         - En cierta forma era como si la indignación viniera arrastrándose desde 1980, en plena Transición, cuando en el Insti, hartos de ver que había venido la Democracia y que seguíamos igual, nos declaramos en huelga por unas cuantas semanas después de volver de Mazagón, y decidimos organizar las cosas a nuestra manera.

Dos años más tarde, en 1982, había vuelto a ocurrir lo mismo: Nos pusimos furiosos cuando el PSOE cambió de bando y apoyó el ingreso en la OTAN. Fue la primera de una larga serie de indignaciones contra mandatarios democráticamente elegidos que enchufaban a sus hermanos y a sus primos o se saltaban en avión a cuenta del Estado la cola del puente de Ayamonte.

         Estábamos indignadísimos desde hacía más de 30 años. Y siempre era por lo mismo. -Nos volvimos a dar cuenta durante las unánimes manifestaciones contra la Guerra de 2003: Ni gobernantes ni parlamentarios nos representaban. Nos seguimos dando cuenta entre el atentado del 11 de marzo y las elecciones del día 14. La Selección con sus triunfos en las Eurocopas de 2008 y 2012 y en el Mundial de Sudáfrica, había provocado desbordamientos espontáneos de alegría multitudinaria y unía más a la Nación bajo una sola bandera que todas las palabras de los odiados políticos. - Con diferencia, la profesión, vocación u "oficio" más detestado por el resto de la población.

         Y todas esas decepciones y agravios causados por los próceres y los padres de la Nación desde los albores de la Democracia, se habían fundido ahora y habían desembocado en una protesta pacífica en la Puerta del Sol bajo el lema "No nos representan" y "Democracia real ya".- El problema seguía siendo, al igual que en 1980, que el 30 % de la sociedad oprimía al 70% ahora con el rollo de la competitividad, la eficacia, el Cansino Global y el neoliberalismo salvaje. También Felipe González se había empezado a traicionar a sí mismo y al verdadero socialismo cuando se convenció por razones pragmáticas de que era mejor entrar en la OTAN. Es decir, que era mejor pactar con el Diablo y con el belicismo. Y a Aznar se le había ido la olla cuando empezó a hablar en americano del Oeste de la ruta del petróleo. Había tenido un brote psicótico en las Azores del que ya no se repuso jamás. Y Zapatero había empezado distinguiendo entre terroristas buenos (los que avisan: ETA, IRA y otros; terroristas con corazón) y terroristas malos (los de ahora, los que ni avisan: Al-Qaeda, terroristas sin entrañas que matan al peso) y terminó negando la Crisis de la que ya veía los brotes verdes cuando no -había hecho sino empezar. Alma de cántaro.

 - La gente estaba cabreadísima desde hacía por lo menos tres décadas. - Estábamos hasta los huevos de todos ellos y no pensábamos día y noche en otra cosa más que en la forma de echarles del poder y de ventilar y renovar las cosas. En los bares (pulmón verdadero de España) no se hablaba de otro tema. -Y nos enfadábamos cada vez más porque veíamos que no había resquicio ni posibilidad ninguna de cambiar nada solo por la libertad de expresión y votar cada cuatro años gobiernos delegadísimos.- Era un fallo de sistema.

         Después de la enloquecida parranda de los 90 con alicatadores que ganaban gracias al pelotazo urbanístico lo suficiente como para gastarse 90.000 pesetas al mes en cocaína; instaladores de parquet con ingresos de sobra como para sufragar 20 veces en 10 días los servicios sexuales de una profesora argentina o de una balirina rumana; fontaneros adinerados que podían contratar a una orquesta de violinistas famélicos, - después de los technotrónicos   90, apocalípticos como todos los fines de siglo, -después de aquella juerga, nos venían a decir que ahorrásemos, nos metiésemos en casa, nos apretásemos el cinturón y todo eso.

          -Estábamos hasta los huevos. Mientras tanto las noticias de escándalos y fraudes no cesaban de crecer por todos lados: -¡Nuestros gobernantes eran mucho más perversos de lo que habíamos pensado! ¡¡Eran todavía peores que nosotros!! - Les gustaba la Viagra y los vinos finos, follarse a los niños, lamer sangre...- Estábamos indignados, casi al borde del odio, al borde de la violencia contra ese 30% de conformistas para los que el Sistema todavía funcionaba. Los enemigos de este Sistema éramos más de dos veces superiores en número a la minoría beneficiaria (o la que supuestamente se beneficiaba: la que no desea cambiar, la que cree que todo está bien).

          Todas esas energías que venían arrastrándose como una dolencia a lo largo de mi vida, desde por lo menos la muerte de Franco y la decepción de la Democracia - a menudo olvidada por los que solo celebran la belleza de la Transición- , tras el eclipse de conciencia política de los 90 absortos en su hedonismo extreme hard-core, electrificada ya por completo la tendencia hacia el extra-terrestre psicodélico de los 80, -todo eso que perduraba irresuelto como el drama España, la epopeya dramática de mi Patria, ahora había cristalizado en el fenómeno de una masiva reunión de ciudadanos sin partido político en la Puerta del Sol,  centro de la Nación.

          Pronto Madrid fue seguida por Barcelona y por otras capitales del - mundo: -Una gran paz invadió mi espíritu cuando vi en las televisiones repetirse la misma imagen y la misma demanda de democracia en manifestaciones espontáneas, sin interferencia de ninguna organización, desde Tel Aviv hasta Nueva York.- Vi el Futuro: el hermoso Futuro, el único posible: Que la gente (el 70% de la población total en países del 1º Mundo como España) se deshaga para siempre de los llamados profesionales de la política y de todos sus opresores mediante movimientos y acciones  pacíficas pero firmemente respaldadas por la presencia masiva de gente en determinadas calles y ciudades. -Parecía que el poder del Estado, a menos de 2 días de las elecciones, se tambaleaba.

         Como otras veces, tuve la ilusión de estar presenciando una verdadera revolución, un cambio de los tiempos, un hito histórico...   -Luego no pasó nada: De los Rojos se pasó a los Azules como de los Azules se había pasado a los Rojos. De ahí la estrofa: - "El guapo Bamby saca el culo;/ Rojos o Azules/ Por el centro te la incustren"-. Cándido Pánfilo.

         - La verdad es que tampoco la Historia resultaba tan incomprensible ni tan misteriosa. Se podía anticipar lo mismo que se podía abarcar el estado de todos los conocimientos actuales de Física (ciencias duras) o de todos los conocimientos actuales sobre el alma (ciencias blandas) -Se veía venir que el futuro del mundo eran las asambleas en las plazas y no los odiados políticos en los palacios de las Cortes.- Mi intuición me lo decía pues todos los viejos luchadores, los nunca conformistas, los héroes del siglo XX como Ernesto Sábato, Facundo Cabral, José Luis Sampedro, Jose Saramago, Henning Mankell, Alexander Grothendieck, Chavela Vargas o Stéphan Hessel estaban muriendo mientras todavía sostenían la antorcha de la última causa política.- Y yo lo entendía. No me sentía desbordado ante lo que estaba sucediendo. Estaba conectado al ombligo de mi planeta no solo a través de los noticiarios sino porque mi cuerpo palpitaba con el pulso agitado de mi país en esos días. - Sentía esperanza y a la vez pena y decepción anticipadas.

RUIDERA

30 DE DICIEMBRE DE 2011

"Acariciando la idea

De masturbarme al sol

Entre Lengua y Salvadora,

En las cornisas de travertino.

Más allá de la cinta blanca y roja,

Feo vestigio industrial,

Y del cartel de NO PASAR.

- Estaréis “trabajando por mi seguridad”

Pero sé cuidarme de mí mismo: Salto

Vados largos sobre peligrosos torrentes

Muy cerca de las cascadas.

Albergando el propósito

De liarme un buen cigarro

Y de fumar meditándolo.

Más allá, rastros de bestias en barro,

El silencio intrigante de las doce hace daño

Y aun arriba, más arriba, en la otra orilla

Asciende el bosque inextricable

Y su llamada oscura en la mañana que no sigo.

No, no buscaré más el fondo de los campos,

Caminatas sin camino,

Caídas en las viboreras.

- Mañana a medianoche (Nochevieja)

Puede que mi ansia por el misterio de los lagos

Me haga vagar sonámbulo tras la Luna.

Alimentando un vago sueño de arisca misantropía.

“No he venido por los hombres”,

Ésos que de cuando en cuando pasan charlando,

Voces insignificantes y palabras sin grandeza

Que igual que el largo estallido de los motores de coches

Se extinguen en el solemne concierto de delicados

Gorjeos de los hontanares.

- Fantaseando con la posibilidad de asesinar a una aislada

Pareja de jóvenes turistas que me mira recelosa

Extraviarme en la espesura, sendero de mis encinas.

¡Yo soy el que salta la alegre risa del arroyo

Pisando cantos!

-Al principio parecía imposible no caerse

Pero desde las piedras del medio

Es como si ya estuvieras en la otra orilla.-

Me acerco a los rabilargos,

Deseo ver el tornasol de sus mejillas azules;

Se parecen más a mí que los ciclistas.

Absortos en sus juegos musicales de pareja,

Viven de espaldas al mundo.

Experimentando una creciente euforia, una mórbida

Sensación de salud y la belleza

Que aún no sabría besar pero presiento.

- Por la chopera de Birnam cruza un ser fantástico,

Respuesta a mis oraciones; luego desaparece en los ambiguos juncales.

Soñando una hiriente simpatía por los ojos del conejo

Que se vuelve y que me mira y no parece temerme.

- ¿Y qué soy yo sino ellos,

Un extraño solitario

Que dialoga estremecido

Por los súbitos caprichos del viento,

Mensajes cen el arrastre de hojas muertas de catalpa?

- Aceptando lentamente

Que es imposible, pensar,

Es imposible pensar,

Es imposible cantar.

Que esta dicha

-entre silente y ruidera-

Brota en mamtram: ¡Hare Krishna!

Y las yemas apuntadas de la higuera,

Los plumones sentimentales del junco,

El  fermento perfumado que se pudre en las choperas,

La explosión aquí y allá de las urracas y anátidas

Cantan y callan conmigo.

         Aquel verano in albis sin casi salir del pueblo había empezado no obstante entre clamores de estrepitosa felicidad aquella misma primavera. En Ruidera me enteré de la muerte de Sábato. Desde Ruidera seguí los acontecimientos de Madrid en mayo de 2011 (recordando que Rimbaud por correr a ver la Revolución en la Comuna de París fue, al parecer cruelmente violado por un grupo de hombres, me abstuve de acercarme por la capital).  En las choperas de Ruidera presentí que el membrillo llamado Miguel Ángel jamás terminaría su pleito de dignidades con la ETSAM. - En Ruidera me parecía evidente que estaba adquiriendo nuevos órganos de percepción orientados a lo que Steiner llama "mundos superiores". 

         - En Ruidera, -así llamada por el ruido que componen las cascadas y los arroyos, más dulce que cualquier otro sonido en el mundo- hasta la voz deliciosa de las mujeres bellas como Morphi es mejor silenciarla frente al murmullo encantado de las siete hermanas eternamente cautivas en forma de lagunas, no lejos del castillo de Rochafrida.-Pero a Morphi no es preciso pedirle que se calle. - Y menos en un templo:

         Pues no solo se enamora uno de las damas, las mujeres y las nínfulas, ni se enamora solo de los amigos o de instituciones como la Confederación Nacional del Trabajo o el IBEX -hay gente también enamoradísima de un taller de desguaces o de casinos de juego-, no solo se enamora uno de la Idea, sino también de lugares.

(-Mención especial merecen, en un Catálogo de los Avatares de Eros, no los destinos turísticos de tres días que a veces producen una nostalgia perdurable, - a semejanza de aquella chica con la que solo estuvimos tres noches pero recordamos siempre-, sino paisajes tan asiduamente visitados, amados durante tantos años que ya no se trata de un fugaz enamoramiento sino de un cuerpo y de un alma perfectamente conocidos, como la carne de la Amada.- Y es imposible amar a nadie en tres días.-)

         - Ocurrió todavía en mi infancia. Era la primera vez que salía de cámping y a mis padres aún les parecía demasiado pequeño para pasar la noche por ahí, en el bosque, en una tienda. - Fue entonces, adolescente de 15, cuando conocí a las siete mujeres-flores.

         -Aun antes de haber pisado sus blancas cornisas de travertino, aun antes de bañarme en sus muy dulces aguas, ya las admiraba a través de unas postales que trajo mi amigo Juan Alcázar, compañero de esta primera excursión junto a K.Golderos.

-No era el Amor, porque no se puede amar lo que no se conoce a fondo - (o tal vez sí: ¿Es posible odiar a muerte a una persona que acabas de conocer? ¿Sería posible amarla en tres minutos?) - pero sí era la atracción que se puede sentir hacia una mujer de la que te enseñan una foto antes de presentártela. -Desde el primer momento sentí que aquello era el Paraíso. Íbamos a ser enormemente felices aquel verano de 1978: en cuanto terminase el curso nos largaríamos a Ruidera con la tienda de campaña canadiense de mi hermano. - Y no me era posible seguir las clases porque no hacía otra cosa más que contemplar las postales de las lagunas y soñar en baños.

          En cuanto bajamos del autobús en nuestro anhelado Paraíso turquesa, empecé a transformarme:

         Como en otras ocasiones, la belleza del paisaje se metía dentro de mi piel y me asimilaba. Era como si hubiese estado allí desde siempre y alguien me hubiese separado. Ya nunca más me apartaría demasiado de aquel prodigio sin causa. Jamás me apartaría de la Encantada Ruy-Dera.

- La explicación de los geólogos sobre un río que se refrena a sí mismo creando estanques escalonados y convirtiendo el musgo y el carbono que transporta en diques que luego se rompían y se volvían a levantar, era mucho más difícil de creer que la sencilla narración que suministra Cervantes sobre su origen sobrenatural. -En la carretera, al comienzo de la Laguna llamada Del Rey, cerca del Rompimiento, un bello panel de cerámica o azulejo resume esta segunda teoría (la del encantamiento) en un fragmento de El Quijote -la madre de todas las novelas- y hace innecesarios los demás tablones informativos presuntamente científicos que relatan a lo largo del parque la formación de lo imprevisible, la explicación de lo inexplicable. - Las fuentes del Guadiana son tan incógnitas como las del Ganges.

         Ruidera nada tenía que ver con la tierra hosca de la Mancha. Era de la Mancha y era manchega pero nadie habría asociado ese vergel oriental a los ariscos poblachones abrasados por el sol, descritos por Azorín por ejemplo en Pueblo. O al poblachón del Árbol de la Ciencia donde todo está encerrado: el grano en el granero, el vino en las tinajas, el pan en las despensas, las mujeres en las casas. -Ruidera no era eso. Y sin embargo era el origen o el secreto desvelado de este territorio del que surgió el Quijote, el Arquetipo Español: El Fanático Idealista.

          Ruidera era el sentido oculto y desvelado de la Mancha, y de la Patria. Mater Hispania.

          El Hanna críptico, el río que se esconde en galerías del subsuelo porque hasta los ríos se apartan de esta tierra y prefieren hacer un viaje de rodeo hacia el fondo, hacia el Norte y hacia el Oeste, casi volviendo sobre sí mismo, como Perséfone raptada por el inframundo -igual que los del pueblo horadaban los suelos de sus casas con cavernas, como trazando un túnel de evasión más allá del infierno del pueblo; (pero no llegaban nunca a salir y los pasadizos se convertían en criptas).

         - Pero yo todo esto no lo sabía entonces, en 1979, cuando por primera vez me sumergí en el olor de las higueras de Ruidera y en la euforia de haber encontrado el Paraíso. - Solo lo pude entender 30 años más tarde tras más de 100 estancias en el parque.

         - En contra de la idea cristiana y tal vez budista o en general religiosa de que "la vida es un poquito mierda" (como me cuenta Miguel Ángel que resume un amigo suyo) y de que es imposible ser totalmente feliz, yo siempre he pensado lo contrario. Y eso que la Vida -la sucesión de figuras, lugares y acontecimientos a lo largo del tiempo (Ignatius dixit in Philosophicae Illuminationem, ed. Siruela)  con un hilo secreto, un significado descifrable, a la manera del mensaje o sentido de una novela-, la Vida, a menudo, se empeña en desesperarme, en entristecerme, en volverme ateo.

         - De modo que siempre he creído (o he querido creer) como los antiguos griegos en el Olimpo autofulgente aquí y ahora.

         -Si hay que elegir paraíso, yo prefiero largas temporadas platicando con Aphrodita Regina Nacida de la Espuma y algunos fines de semana de la eternidad escapadas a la Yehenna musulmana cambiando de olores y de tactos con las 10.000 huríes. Pero también estancias ocasionales en otros destinos turísticos post-mortem más exóticos como paraísos tibetanos y chinos con pozas de aguas calientes a 4000 metros de altitud y orquídeas salvajes y una costurera china de grandes senos buceando conmigo.

         -O paraísos con músicas celestiales... O tal vez niveles medianos de paraísos renacentistas, con zampoñas y celestas.

         -A ratos paraísos calentitos como el Valhalla y a ratos paraísos frescos y pletóricos de frutas y de trufas. Cuando me cansase del Paraíso a la Valenciana pasaría una temporada en el Paraíso Persa, y así. -Por no hablar de Paraíso como Bellota Gigante: Si yo fuese una ardilla famélica de Ice Age, me imaginaría la felicidad absoluta y al Dios comestible como ese enorme fruto seco. 

          Pero siempre vuelvo a Grecia: A Ruydera clásica en Montesinos: Terra Sancta et Rumososa, et Pretiosa,  donde aún se escucha el coloquio filosófico de los pájaros, en primavera de noche el pi-pí y el cu-cú de un varón insomne, misterioso en su nocturno, y solitario, Y como espera, paciente, muchas noches, ella se le une en silencio a veces.

         -Como a mí tantas veces desde los 16 años el Romance de Amor que Cantan las Princesas Hechizadas. - Lo que no cabe en una línea ni en muchas páginas de excesos líricos e insinuaciones.

          Y yo veía y escuchaba estas cosas y me sentía bendecido: Una vez y otra. A lo largo de años. Si no eterna, semejante a eso eterno. Rumorosa Ruidera de hontanares casi eternos:- Una y otra vez la felicidad de Eros, la felicidad en Ruydera:   En ocasiones al lado de una mujer que siempre abría los labios hipnotizada por las calizas, las choperas y los torrentes  (la verdad: era lo menos que podía hacer frente a la avalancha de alucinaciones vegetales que yo le echaba encima; me parecía que tenía más recursos que David Copperfield.)

         -Y otras veces era la soledad mucho más erótica del campo sin personas, como playas invernales sin un alma, punteadas en su silencio por gañidos de inquietantes e infelices gaviotas. - Era como si en mi sensibilidad habitual se hubieran colado como fogonazos, recuerdos perdidos de otra perdida existencia.

         Sin sentir separación del pájaro, podía entender lo que quería decir con su cu-cú enigmático en la madrugada, cantado con pausas que nunca eran totalmente simétricas.

                   Ruidera es el Paraíso más allá de Fantasía. -No era la primera vez que entraba en un recinto encantado donde me daba cuenta de que no me quedaba más remedio que ser feliz todo el tiempo, dar gracias todo el tiempo - (no sé exactamente a quién o a qué pero el sentimiento era de dar gracias)- , una extraña exaltación, una especie de locura que tal vez tuviera algo que ver con los ataques de histeria experimentados por Goethe en cuanto lo llevabas al campo.

         -O los "amarillos" que le daban a Nietzsche en la Egandina-: Así son los alemanes:

- Hölderlin se quedó taraja para el resto de su vida por un calentón hiperiónico que le dio en la Selva Negra. - Así éramos los románticos: En la ciudad manteníamos la compostura, pero en cuanto nos dejaban sueltos por las montañas y por los ríos, nos asalvajábamos y corríamos la carrera del Amok. En el siglo XXI la Tormenta y el Impulso de los teutones de 1800 se había transformado o reencarnado en la figura del psicópata asesino que ya forma parte de todas las Reservas de la Biosfera y de cualquier lugar natural. El asesino en serie de Yellowstone o de las Cataratas del Niágara. Por eso -según informes de Alice Munro, - en Canadá hay más  serial-killers  que osos.

-(Esto nos puede llevar a la conclusión o corolario de que países con un alto índice de asesinos psicópatas lobos-solitarios-de-parque-natural presentarán altas tasas también de religiosidad-y-de-fe-en-Dios/dioses por lo anteriormente comentado de que es más fácil la alucinacion metafísica en el campo que en la ciudad; es decir, se plantea un escenario de un país de muchos asesinos pero muy creyentes.- Sin embargo estas correlaciones se anulan de forma mutua cuando consideramos que Canadá es un país más bien frío, vecino del Polo Norte y, como ha sido demostrado, se cree más en Dios en los países cálidos porque la desesperanza la fomenta el frío.)

 -(Esto, en confluencia con muchos otros factores coadyuvantes,  hace de Canadá uno de los países más civilizados y a la vez de los más rabiosamente ateos del mundo. - Por lo general los canadienses hacen trizas este tipo de cuestionarios sobre religiosidad mientras escupen y blasfeman.) (Pero sus antecesores, sus bisabuelos, los ingleses y franceses son mucho peores; es decir, muchísimo más ateos. ).-

-(La comunidad hindú -o de origen hindú- de Montreal y de otras capitales así como las minorías étnicas de los descendientes de mohicanos, indios wichitavirias y otros,  atemperan un poco los niveles dramáticos de ateísmo, los picos de descreimiento en torno al 95%  del país de la Policía Montada;- ya que casi ningún indio ni  hindú se declara ateo).-

 

         Ya me veía saliendo de súbito de las enramadas vírgenes de la ribera para degollar a un humano ciclista con su ridículo equipamiento deportivo. Tirándolo con una piedra a la parte más honda de la laguna mientras anátidas felices me comentan cuánto me lo agradecen y me aceptan entre ellas como uno más, ya estoy aprendiendo a gorjear a la manera de los patos machos de cabeza negra y hacerlo solo cuando me corresponde y resulta adecuado para nuestra bandada.

         El amor a la Naturaleza de los Románticos, su Sehnsucht (Nostalgia o Anhelo) doloroso, la Naturaleza como ídolo se había transformado en el Odio a la Humanidad y hasta en el odio a la Naturaleza de los Neo-Románticos Terminales. -Su Nostalgia se había transformado en Nuestra Desesperación.

                   Hoy como ayer, el romántico, -nacido en el siglo de las almas sensibles y de los eruditos a la violeta o en la era del móvil y de lo etérico,-  se ponía loquísimo en el campo, se convertía en un energúmeno y empezaba a hacer cosas inesperadas como si le poseyera un Yo ajeno o largamente olvidado. - Poetas vieneses obsesionados con los Fundamentos de las Matemáticas y de la Lógica se brotaban en el campo, se subían por las paredes de una choza de Noruega y caían en todo tipo de excesos maniacos frente al fiordo; sin embargo  en la vorágine de Nueva York se amansaban,  escribían sensatos  Libros Marrones junto a amiguetes de la crápula gay más chunga,  y se teñían el pelo de rubio. - Wittgenstein entonces se asemejaba a Warhol.

         - Sí, es el campo lo que les vuelve locos. Sin duda. - Con la Luna Llena a los Románticos les crecen los colmillos si están al aire libre.--   Así también le sucede a Dylan como demuestran todas sus bucoliques - por ejemplo, Time passes slowly - donde, a juzgar por los asuntos que narra y el modo en que lo hace, parece que se hubiera tomado un kilo de speed y otro de metanfetaminas. - (Más otros tóxicos naturales de su propia huerta).

         -(Las Románticas, las femmes fatales como Carmen la cigarrera, Madame Bovary o Lola Flores, reconocibles por la belleza infernal de sus traseros, también son compulsivamente afectadas por el Plenilunio: - Se entregan entonces a la tentación para ellas irresistible del adulterio: Son las seducidas de Drácula y estas "aventurillas" les suceden por sistema en el campo; si la Romántica padece indoors su ataque de Lujuria en su casto lecho de soltera, de inmediato le arrebata el impulso de salir a la terraza, al bosque... y más a fondo, hacia la noche salvaje con Luna, Lobos y Sangre.- Así son las Románticas.- Como ilustra el caso de Beethoven, Romántico significa Auto-Destrucción.- Lo que quieren encontrar las Románticas es un macho malo con caninos de 15 centímetros y necesidad vital de ingestas periódicas de plasma sanguíneo; es decir, un vampiro hijo de puta.) - (Lo sé porque varias veces me presté a interpretar ese papel de chupasangre. No me salía mal.)-

       Ganas de llorar, de hacer algo violento...

       La sensación, la evidencia, la exaltación, el temblor de que Dios existe.

       Sí: es verdad si es verdad Ruidera. Si es real. Si es tangible. -(Como el sentido del mármol de los viejos templos griegos).- Si puedes bañarte en ellas, en el centelleo desas aguas que antes solo habías deseado en las postales, mil veces contempladas, mil veces ensoñadas.

 - No era la primera vez que estabas en el paraíso. - Y no sé por qué cambio de persona: No era la primera vez que estaba en el Paraíso:

                   No era mi alma habitual sino una substancia nueva con adherencias de romero, moscardones, plumas, polen, espinas, aroma a la hoja áspera y fuerte de la higuera en el talud, lanzándose hacia el agua con gestos de persona, como de repente aquí todos y cada uno de los árboles, individuos congelados pero semovientes en un gesto totalmente expresivo y único.  

Cascadas con explosiones de espumas y de rosas salvajes que suspiran desde el interior de las musgosas hornacinas de los saltos de agua, alegres hasta en estío.

         - Como yo, que estoy exaltado y temblando de felicidad, poseso por estos aromas, enloquecido, ansioso de excesos. - (También me ocurría de pequeño cuando mis padres me sacaban al campo y me dejaban al aire libre. - Y nunca nos apartábamos del todo del campo).

           Y todo eso, que antes no era yo, que antes yo no era...-  Recordaba otros edenes: - De niño   en Vieja Costa de Sirte, Cirene, de Antigua Tripolitania  (pues no fueron otra cosa sino Paraísos  aquellos lejanos, legendarios tiempos del jardín de limoneros:  Vieja Libya, culta Italia, ... no otra cosa sino el Paraíso aun en medio del extranjero, el temor y la guerra, en los fabulosos sesenta,  Década Paradisíaca).

          Y ni siquiera había acabado allí mi amplio conocimiento del Paraíso Material, de la Felicidad Absoluta sino que en la Ybbozzim de los cerezos y almendros en flor del Vall de Coròna, y el fósforo en Es Vedrà,  y la cala surrealista de Benirràs, y las sabinas rastreras de Platja d`en Bossa y la calma en Talamanca, ...  la Isla Bonita de Ibiza , la necrópolis sagrada, sin animales ponzoñosos ("salvo los humanos", solía apostillar Vicente), allí  había vuelto a entrever la perfección de la Vida y del Mundo Material  en la forma de mujeres que siempre me abrían sus labios en el campo.

- (La verdad es que, desde que puedo recordar, la mayoría de mis experiencias sexuales desde los cinco años  tuvieron como escenario el campo: el jardín, las azoteas, una pared azotada por el sol, la playa iluminada por la Luna, o el granero, o la enramada del limonero, o las lagunas...- Era como si El Campo tuviera sellado como Eros un pacto conmigo desde antes de mi mismo nacimiento o de la concepción de mi Alma:- Me daba suerte en el Amor: las chicas también se ponían calientes como yo con el polen de las alamedas).-

         Y antes y después y más tarde, y siempre, en medio de la amargura continua de que neocristianos neobudistas tengan razón en el fondo, y que al final resulte que Dios ni exista, yo me había empeñado en llevarles la contraria y podía demostrarles documentalmente que la felicidad en esta vida mortal era posible sin esperar al Cielo ni al Nirvana. - (Tal vez por eso adoro a Bob Dylan: Porque en sus memorias fragmentarias (Chronicles) parece dispuesto a responsabilizarse por entero de su vida. Se atrevía a ser feliz y no era cristiano en el sentido del Valle de Lágrimas. - Dylan es el tipo de hombre que prefiero: El Héroe).