¿Y QUÉ SENTIDO TENÍA VIVIR TODO EL TIEMPO EN SUEÑOS?

           

      Y ¿QUÉ SENTIDO TENÍA VIVIR TODO EL TIEMPO EN SUEÑOS? Mi  Señor durante 100 días de sus 365, se entregaba a la banalidad de los fantaseos, como el ingenioso hidalgo absorto en los libros.

       Cuanto menos viajaban y menos salían de aquellos poblachones manchegos donde nada relevante ni memorable había ocurrido en más de 100 000 años, -como si la Historia y la Prehistoria se apartaran con asco de aquella tierra o como si la tierra se separase de la Historia y hasta de cualquier acontecimiento prehistórico con infinito desdén y repugnancia-,  cuanto más aldeanos, catetos, provincianos y pueblerinos nos volvíamos, más viajábamos con la imaginación a través de lecturas, doctrinas y sueños.

         Cuanto más físicamente fieles a nuestras parejas éramos,  y cuanto más "crecíamos" como parejas, más nos empequeñecíamos como individuos. Y en el juego del sexo solo jugado con Morphi, yo -que soy el Alma- me entregaba a un marasmo de relaciones con chicas que siempre eran cubanas o superdotadas, chicas muy atractivas pero raras raras raras.

        A una la había conocido en un Santo Domingo horrendamente gris y a otro en un hotel de libertinos de París. ¡Cuánto viajábamos en sueños!  A veces volábamos en helicóptero y hablábamos con ingenieros cool de Soweto. Tenían prisas y  pre-programados hasta los chistes en sus portátiles: les contaban uno cada 5 minutos.

      Otras veces andábamos por Nepal o por otras épocas de la Historia cuando las cocottes  iban con miriñaques y los eruditos a la violeta discutían del Picatrix. - Sí,  su memoria era un caravasar de Oriente, con muchísimas mercancías polvorientas pero intactas.

       En otras ocasiones habíamos disfrutado del lirismo  frío -.carente de emoción- de los suecos, del espanto de estar enamorados del  Polo y de los extremos boreales. - No me extrañaba que al final, el ser llamado Morphi se hubiera ido.  

        ¡ Y cómo amaba de forma desordenada este hombre sus sueños,  y cómo se aferraba a la idea de que solamente por eso -porque le entretenían, porque le agradaban- ya eran sagrados...!


         Pero ¿qué podía tener de sagrado haber viajado a Cuba para gozar de un pequeño coito interrupto entre las literas de un cuartel o de un colegio mayor socialista.  - Y ¿por qué aparecía su padre maldiciendo la vida después de la muerte de la madre cuando en realidad ocurrió al revés,  murió antes él? 

        - Y sin embargo no le costaba comprender sus visiones cuando dejaba de analizarlas, de  pensar en ellas, de traducirlas a conceptos, cuando simplemente se veía a sí mismo esgrimiendo un enorme florete fálico.

      Y en medio de tantos sueños y premoniciones un recuerdo, una reflexión sobre el budismo, o sobre el cinismo, o sobre el Islam, que según algunos filólogos significa Paz (como Salam) y no "Sumisión" o "Sometimiento".Lo  que  no es lo mismo.

          De modo que todo era inteligible.

          Todos sus sueños.

        Incluso el de la familia utópica despellejando al pobre caniche que no se queja porque él también es utópico y sabe que le ha tocado el peor papel.

          Todo estaba claro como el agua.

          Hasta esos sueños perdurables que le obsesionaban.

                  Incluso el del Viejo Libertino que muere inquietante en el jacuzzi y se pudre hasta generar vida -juncos, roedores...- y al que por algún motivo dejaba allí en el cuarto de baño del hotel, por no interrumpir su secuencia de placeres y de buena vida...


 - Pero tras tantos años -más de 25- al lado de mi Señor, mi Raptor, mi Benefactor, mi Desorientador, habíale tomado ya un afecto y un conocimiento igual de profundos;  más parecía ya mi hermano de sangre  que un conocido casual en la vía pública,  - y sus intenciones y pensamientos ocultos eran para mí tan transparentes como lo que se ve detrás de un cristal bien  pulido.

        - Me dejaba indiferente que me arrastrase por las vías férreas de ciudades-junglas de la India o que otras noche me obsequie con los palafitos de una milpa de prostitutas o gueishas de Indonesia. Me deja totalmente frío el exotismo. Hay sueños donde salimos fumando y hasta tosemos a causa de bocanadas demasiado fuertes. Es increíble el realismo de estos sueños innumerables. ¿De dónde salen? Y ¿para qué? 

       Estoy harto de soñar puesto que el Alma también se cansa de inanidades. Ahora quiere milagros .MiIagros de verdad. No sabéis hasta qué punto es grande mi corazón y mis sentimientos. Porque vosotros solo sois humanos, y mortales y a veces os complacéis largamente en vivir tras de una corriente de sueños.

         La sensación de tacto es tan fuerte que por dos veces compruebo el tono muscular de la muchachita agitanada a la altura del vientre -el tono es buenísimo (me huelo las manos y huelen a ella, casi a negra) - y, como no parece rechazar mis caricias, de paso también le toco las tetas hasta que empieza a gemir cuando se las aprieto un poco.

poco.