VOSOTROS
Perriflautas, Pijipis, Ninis, generación de
Nocilla,
Rebotes del Pelotazo, Subcultura de la
Izquierda,
Nietos de
la Ira,
Abortos de la Opulencia,
Hijos perdidos de los hijos perdidos de los perdidos 60.
Joven medio talibán, Spanish X,
Rastafarians, Eastern, Bearded , Guarros, Perro
Luk
Residente
Permanente
En la Akropóli
Ladra alegre
En la Sintagma Plateía.
Codornices del kilómetro cero
Acampan in centrum.
Las piquetas de los quechuas cavan buscando
la aurora
Mientras en ciudad del Nilo el verdulero,
Simple héroe,
El primero
De la primavera
Bérbere
Se inmola.
Y en Siria y en el futuro califato de Selín
La Rosa Oculta de Francia compra cargueros de
mirra
Y la China de Alí Babá
Con gráficas siempre al alza
Saca un Alkhorán
muy raro
Para jurar los empréstitos
Y Ezra Pound le canta en gibberish
A Saint-John Perse su Anábasis sobre los Médici.
Y Grecia sumida en el marasmo
Aún es infancia y paideia:
Alta Icaria,
Dulce Arcadia,
Duna lýbica
Vieja Trípoli.
Mientras vosotros, vosotros..., pandilla de
maricones
Divididos
Entre los que no habéis trabajado nunca
Y los que no pensáis
Currar en la puta vida,
Tenéis un aire entre horda, tumulto, caterva, maremágnum y asamblea
Con tortilla de patatas, chiringuitos y
sangría para todos, para todas.
El Presidente de la Asamblea del Madroño hace
de Malo.
Rural Cabra hace de Bueno pero de Feo se luce
Un miércoles más en la única
Cámara inter-intra-para-meta-lamentaria
(Ya no saben por dónde metérsela al Senado)
Rechazando
Su implicación en el aviso al Faisán
Y en los "vuelos gallináceos" de Graciano.
.
El Guapo Bambi saca el culo:
"Rojos o azules
Por el centro te la incrusten."
¡¡Vandalismo, algaradas, hostigamiento a los
ternos!!,
Que cargan con maletines,
Se quedan calvos, se ponen intensos, tienen
Crías patri-lineales de llinatges consanguíneos
Como garbanzos de oro
En el belén del Shambala.
Son catódicos.
- (Y La Rubia Tonta
No piensa más que en eso).
Descienden de helicópteros, saltan sobre
edificios,
Sueñan con abrigos largos
De película
De la era post-nuclear tipo Matrix
Flanqueados por Llongueras y Jonqueras y el
dr. Junquera
-Ametrallado por Espartero en las Ramblas
cada 100 años- ,
Copito de Nieve, San Antonio Gaudí, Cristóbal Colón, Serrat, Peret, Marsé y el
Gorgo de la Laietana,
Guardaespaldas, karatekas, seguratas,
Pinganillos, asesores, asesinos y secretas
Para justificar una carga de colegas
Guardias
En uniforme
Con sus porras, sus cascos de visera y sus
katanas reglamentarias.
El Muy Honorable Senyor President
En la sesión de constitución del Parlament
Profiere amenazas formales
Sobre el uso legítimo de la fuerza.
Y los culés se calientan
Una vez más
Con la pasma en
Canaletas.
(Como Baudelaire,
Mi primo Ambrosio
Tal vez jalea
La violencia de los mossos d´esquadra
Viéndola por
la tele ).
Pero no chocan con los perriflautas ni con
los greñudos ni con las lassies.
Tampoco era para tanto. "El índice de asesinatos
Haz el favor de subírmelo un poco
Que viene la Marabunta.
Ah: y que bajen los suicidios.
¿No lo haces por Europa?
Hazlo al menos por la Xunta".
Melenudos asquerosos, zorras rojas,
guitarritas happy-flower,
Bámbolas de las bahías de Berlín
Nínfulas de la Inglaterra de las Dos Rosas.
En las banlieus
de Sarkó,
En las Cortes del Amor
No se mueve ni una mosca
Y hasta el sobrino de Rimbaud se ha comprado
un garage-embarcadero
Para besar
A la Lagarde Tri-Anäís
Sobre la Isla de Francia.
-Tú tuviste la suerte de tocar una vez con
él, con él:
Antonio Vega.
Yo fui a su mismo Liceo.
Yo no acabo mis vidalas.
Tú cantas con aplomo tu rumba sobre el 15 de
Mayo.
Hay una aureola de cambio y de genialidad en
todo esto.
Junto a Alejandro Cerro,
Rey Marco, otro adorador de Silvio, Último
Bohemio.
-"Después de hacerme 2500 kilómetros a dedo
para ver a Bob Dylan
No soporto que nadie me diga `no me gusta cómo canta'.- Tío,
Que estás viendo a Dylan, ¡a Dylan!"
Flores de Quinta Avenida, Premios Doña
Manolita,
Cruasanes La Mallorquina,
Oso de la mala saña, chuecas de la mala vida,
Las ramblas del Manzanares, el pisito en
Concha Espina,
Chicas sin sujetador con oros en las axilas.
San Pedro Barba Florida.
Viejos warriors,
Lacan-Hessel,
Millardarios ex-budistas
Al Este de la Utopía.
Piratas sin patas,
Más que cojos:
Veterano de Vietnam a lo Tom Cruise
En silla de ruedas,
Pacifista dando guerra.
Groupies,
Instis,
Teennies,
Uni,
Hipsters,
Swingers,
Tripis,
Pastis,
Findes,
Emos,
Daysies
Selfies.
Clamores unánimes llegan hasta el largo
silencio lumpen del campo y sobrecogen
Los fundamentos
De la calle del Correo
Donde volaron el coche de Carrero
Y otros cuerpos no hace tanto.
17 de junio de 2011
ERA
un acertijo de considerable longitud y a la manera de otros de mi Señor, mi
Raptor, trataba de sugerir una multiplicidad infinita. Como en días de mar
violenta con múltiples manchas de espuma en múltiples oleajes. Pero no lo
conseguía; se podía resumir fácilmente: Había
sucedido algo que le emocionaba y al mismo tiempo -como sentía esperanzas- escupía inmediatamente sobre ello.
Haciendo acrobacias entre la ternura y el menosprecio, concluía lúgubre entre
sombras de atentados y de salas de tortura.
Ya carecía de todo interés para mí.
Observé dónde nos encontrábamos, abandonando
para ello la lectura de su Catálogo, aquel vanidoso documento que llevábamos
años recorriendo:
-Estábamos en
un local con música, lleno de gente joven salvo mi Señor que disimulaba su
condición de carcamal bajando la cabeza sobre un papel y anotando alguna cosa
que luego le sirviera para su Catálogo o como poema. ,- Yo a su lado,
invisible, lo veía y lo miraba todo crispado por la Lujuria y abrumado por la
Nostalgia:
de volver alguna vez a Diosa,
de volver alguna vez a Playa...
De pronto una
Joven Mujer Rubia se acercó a mi Señor sonriendo, como flor emergida del
tumulto, como Venus Citherea
salpicada por la espuma. - Él levantó la cara, la miró y la saludó en inglés
pues casi resultaba evidente que era extranjera. La chica todavía aumentó más
la longitud de su sonrisa, como si no estuviese acostumbrada a que hablasen su
idioma.
Mi Señor, entonces, atento a esta circunstancia, le hizo una
exhibición de poliglosia:
Le recitó de un tirón El Paraíso Perdido de Milton (una obra
universal en su mundo ya iba yo recordando...) -Como la muchacha parecía
encantada, siguió recitándole Sansón
Agonista. El canturreo de los interminables versos ingleses pareció
adormecerla o hipnotizarla.
-Dijo que era de Nueva York. -No se
apartaba de mi Señor.
La locuacidad de mi Amo no era desinteresada:
Quería impresionar a la joven y lo estaba consiguiendo. Detrás de su alarde de
memoria poética -pues seguía recitando, con diversos tonos, todos los sonetos
de Shakespeare, y antologías más o menos completas de Dylan Thomas, T.S.
Elliot, William Carlos Williams y sobre todo Walt Whitman y un tal Longfellow-
ya iba yo recordando...- no había otra cosa que Lujuria.
Pude
comprenderlo, aunque en mi interior le maldije y me ofrecí a colaborar con las
fuerzas que tarde o temprano le llevarán a la muerte. Pude comprenderlo porque yo también ardía de Lujuria como él en
aquel momento, sábado 27 de febrero de 2016. - Eran las dos de la madrugada.
La Lujuria
estaba en el ambiente, pero sobre todo en el rostro y en el busto de la chica
rubia. Una y otra vez volvíamos a mirarla y a remirarla reparando en los
detalles, la contemplábamos parte por parte y rasgo por rasgo y era imposible
encontrar en ella alguna imperfección o algo desagradable. -Era de un rubio profundo, como hubiera dicho mi Señor.
Profundamente
rubia, la deseábamos profundamente. A diferencia de mi Señor, como yo era
invisible (no-humano) podía hacer lo que se me antojara, semejante a las
criaturas de los sueños.
Y lo que se me antojaba era lo que él
no se atrevía a hacer.
-
Pues Yo Soy Su Alma. Y a veces
somos Uno. -
Lo que en aquel
instante deseaba era soltar el bolígrafo, dejar de bajar la cabeza, abandonar
su personaje de viejo poeta maldito en la
discoteca y abalanzarse sobre el pelo rubio, la carne rubia y los labios
rubios de la joven rubia americana.
- En vez de eso empleó sus
estrategias habituales, acuñadas tras más de 30 años de prácticas:
...Roces que parecen casuales pero que no
dejan de mantener un hilo de comunicación físico paralelo a las palabras:
Con las palabras sigue dinamitando
sistemático sus resistencias mentales: ahora le está haciendo un resumen del Beowulf con citas literales y rima
aliterativa y parece dispuesto a retroceder a escrituras más arcaicas, a las
poesías de los Nibelungos o de Taliesín.
.... Roces en su cintura que parecen casuales,
castos toquecillos entre amigos que tienen confianza, pero que no significan en
realidad sino todo lo contrario: -ya iba hablando yo como él, hay iba yo
pensando como ellos- puesto que el cuerpo de ella también tiene su lenguaje -es un lenguaje rubio- y responde a cada
contacto, más allá de las palabras:
- Dice
que la sigamos tocando.
...
Mi Señor ya se ha hecho dueño de su estrecha y torneada cintura. Ya no hay
manera posible de justificarlo como simple toque amistoso. Pero ella admite que
acaricie su espalda y su ombligo; y la fiesta, y el ruido y el remolino en
torno parecen estar de acuerdo con el Alma. Y me parece que esto ya ha ocurrido
otras veces.
Él lo llama el Remolino de Venus.
Sin pensarlo,
sin aplicar esta vez ninguna estrategia, mi Señor hizo un breve movimiento
bajando su mano hasta el culo de la muchacha.
No lo había pensado, pero estaba
totalmente seguro de que no le rechazaría:
-
En su boca, en sus manos, en el cerebro de mi Señor estaba depositado en
custodia el tesoro de todos los Poetas vivos o muertos. - (O eso le parecía a
él que estaba sumamente medicado):
-
Mi Señor llevaba más de dos horas diciéndole versos a tres centímetros
de su oreja y de su labio: -Ella ya no podía negarle su culo.
Sin embargo,
después de acariciarle el trasero de arriba abajo dos veces como quien hace un
saludo íntimo para comprobar su tono muscular, mi Raptor, mi Verdugo empezó a
sentirse inseguro y, aunque casi nunca le pasaba, le asaltaron las dudas.
-
Empezó a pensar que la americana
estaba borracha y que por eso se inclinaba sobre él mientras se dejaba tocar el
culo. Empezó a pensar que él tenía 52 años y ella 20. - Horribles imágenes de
orgías de teenagers norteamericanas alcohol-addicted desfilaron por su
cabeza: - ¿Qué era él?, ¿el desaprensivo viejo lascivo que se folla a la
neoyorquina degenerada? - Empezó a pensar que llevaba casi una década siendo físicamente fiel -si esto se puede
definir así- a Morphi; -que estaba enamorado de Morphi y no quería engañarla.
Al mismo tiempo
sus manos pensaban -sin apenas
interferir en el coloquio conyugal del cerebro- que el culo de la bella rubia
era exactamente del tipo que a él le gustaba:
Un poco grande, igual que sus tetas... -Sus manos pensaban
que eran absolutamente felices con esas dos caricias de reconocimiento por
encima del pantalón. O tal vez con la esperanza que abre -como un abismo en el
pecho- lo que ha dicho su cuerpo al ser acariciado:
-Ha dicho que es bello,
que es rubio, que es perfecto, que está disfrutando, y que no tiene miedo.
Mi Señor estaba
turbado. Yo no. Yo hice todo lo que había que hacer. Y lo hice rápido.
Él tardó días en salir de ello.
Con dolor y tristeza, tan suyas.
Yo tardé menos.
Y ya no éramos uno:
Turbado, tras
esas dos caricias irracionales e impulsivas, que le han
desequilibrado, vuelve a sus papeles y a su papel y a bajar
la cabeza, a envejecer, se retira del contacto de la Bella.
¡Y se
separa de Mí, que Soy Su Alma!
(Él ya debe saber que lo soy; él me
reconoce sin conocerme…)
Se separa, sí,
y la chica naturalmente se acerca a él otra vez para no perder el contacto.
Pobrecilla:
Se ha inclinado hacia mi Señor con tanta naturalidad que en
medio del tumulto de la gente que se aglomera detrás de ella, le ha ido a poner
los pechos en la cara. Puede apreciar a esa distancia cómo huelen los pechos de
la americana y qué peso tienen.
Es el olor
corporal de los ángeles rubios y el Alma no ansía, sino que vive ya la
diferencia entre el sabor de sus aureolas y el de las bolsas de sus senos: Las
fresas huelen de una forma y la leche caliente de otra. - Él se separa de mí cuando la separa a ella: Algo que es hiriente
como la desgarradura:
- ... Es increíble: Ha tomado a la
muchacha por los hombros y con gesto solemne la ha colocado a medio metro de
distancia sin dejar de sonreír: El lenguaje de las palabras y el de los cuerpos
por un momento vuelven a ser uno: se miran a los ojos y nada dicen. Los ojos lo
dicen todo.
-… Y mientras
mantenía la mirada clavada en los ojos redondos, acaramelados, incautos
, semi-ebrios, verde-manzana de la muchacha rubia, la de
Nueva York.
Mientras se lo decía con los ojos, en un idioma más antiguo
que el inglés -: "No vamos a hacer
nada; encantado de estar contigo"- ,
y mientras ella, -o acaso tan solo una parte de ella- sin hablar,
absorbía el mensaje con toda exactitud, casi palabra por palabra y sin palabras..., mientras él hacía eso, Yo, el Alma, hacía
todo lo contrario.
VOSOTROS
Perriflautas, Pijipis, Ninis, generación de
Nocilla,
Rebotes del Pelotazo, Subcultura de la
Izquierda,
Nietos de
la Ira,
Abortos de la Opulencia,
Hijos perdidos de los hijos perdidos de los perdidos 60.
Joven medio talibán, Spanish X,
Rastafarians, Eastern, Bearded , Guarros, Perro
Luk
Residente
Permanente
En la Akropóli
Ladra alegre
En la Sintagma Plateía.
Codornices del kilómetro cero
Acampan in centrum.
Las piquetas de los quechuas cavan buscando
la aurora
Mientras en ciudad del Nilo el verdulero,
Simple héroe,
El primero
De la primavera
Bérbere
Se inmola.
Y en Siria y en el futuro califato de Selín
La Rosa Oculta de Francia compra cargueros de
mirra
Y la China de Alí Babá
Con gráficas siempre al alza
Saca un Alkhorán
muy raro
Para jurar los empréstitos
Y Ezra Pound le canta en gibberish
A Saint-John Perse su Anábasis sobre los Médici.
Y Grecia sumida en el marasmo
Aún es infancia y paideia:
Alta Icaria,
Dulce Arcadia,
Duna lýbica
Vieja Trípoli.
Mientras vosotros, vosotros..., pandilla de
maricones
Divididos
Entre los que no habéis trabajado nunca
Y los que no pensáis
Currar en la puta vida,
Tenéis un aire entre horda, tumulto, caterva, maremágnum y asamblea
Con tortilla de patatas, chiringuitos y
sangría para todos, para todas.
El Presidente de la Asamblea del Madroño hace
de Malo.
Rural Cabra hace de Bueno pero de Feo se luce
Un miércoles más en la única
Cámara inter-intra-para-meta-lamentaria
(Ya no saben por dónde metérsela al Senado)
Rechazando
Su implicación en el aviso al Faisán
Y en los "vuelos gallináceos" de Graciano.
.
El Guapo Bambi saca el culo:
"Rojos o azules
Por el centro te la incrusten."
¡¡Vandalismo, algaradas, hostigamiento a los
ternos!!,
Que cargan con maletines,
Se quedan calvos, se ponen intensos, tienen
Crías patri-lineales de llinatges consanguíneos
Como garbanzos de oro
En el belén del Shambala.
Son catódicos.
- (Y La Rubia Tonta
No piensa más que en eso).
Descienden de helicópteros, saltan sobre
edificios,
Sueñan con abrigos largos
De película
De la era post-nuclear tipo Matrix
Flanqueados por Llongueras y Jonqueras y el
dr. Junquera
-Ametrallado por Espartero en las Ramblas
cada 100 años- ,
Copito de Nieve, San Antonio Gaudí, Cristóbal Colón, Serrat, Peret, Marsé y el
Gorgo de la Laietana,
Guardaespaldas, karatekas, seguratas,
Pinganillos, asesores, asesinos y secretas
Para justificar una carga de colegas
Guardias
En uniforme
Con sus porras, sus cascos de visera y sus
katanas reglamentarias.
El Muy Honorable Senyor President
En la sesión de constitución del Parlament
Profiere amenazas formales
Sobre el uso legítimo de la fuerza.
Y los culés se calientan
Una vez más
Con la pasma en
Canaletas.
(Como Baudelaire,
Mi primo Ambrosio
Tal vez jalea
La violencia de los mossos d´esquadra
Viéndola por
la tele ).
Pero no chocan con los perriflautas ni con
los greñudos ni con las lassies.
Tampoco era para tanto. "El índice de asesinatos
Haz el favor de subírmelo un poco
Que viene la Marabunta.
Ah: y que bajen los suicidios.
¿No lo haces por Europa?
Hazlo al menos por la Xunta".
Melenudos asquerosos, zorras rojas,
guitarritas happy-flower,
Bámbolas de las bahías de Berlín
Nínfulas de la Inglaterra de las Dos Rosas.
En las banlieus
de Sarkó,
En las Cortes del Amor
No se mueve ni una mosca
Y hasta el sobrino de Rimbaud se ha comprado
un garage-embarcadero
Para besar
A la Lagarde Tri-Anäís
Sobre la Isla de Francia.
-Tú tuviste la suerte de tocar una vez con
él, con él:
Antonio Vega.
Yo fui a su mismo Liceo.
Yo no acabo mis vidalas.
Tú cantas con aplomo tu rumba sobre el 15 de
Mayo.
Hay una aureola de cambio y de genialidad en
todo esto.
Junto a Alejandro Cerro,
Rey Marco, otro adorador de Silvio, Último
Bohemio.
-"Después de hacerme 2500 kilómetros a dedo
para ver a Bob Dylan
No soporto que nadie me diga `no me gusta cómo canta'.- Tío,
Que estás viendo a Dylan, ¡a Dylan!"
Flores de Quinta Avenida, Premios Doña
Manolita,
Cruasanes La Mallorquina,
Oso de la mala saña, chuecas de la mala vida,
Las ramblas del Manzanares, el pisito en
Concha Espina,
Chicas sin sujetador con oros en las axilas.
San Pedro Barba Florida.
Viejos warriors,
Lacan-Hessel,
Millardarios ex-budistas
Al Este de la Utopía.
Piratas sin patas,
Más que cojos:
Veterano de Vietnam a lo Tom Cruise
En silla de ruedas,
Pacifista dando guerra.
Groupies,
Instis,
Teennies,
Uni,
Hipsters,
Swingers,
Tripis,
Pastis,
Findes,
Emos,
Daysies
Selfies.
Clamores unánimes llegan hasta el largo
silencio lumpen del campo y sobrecogen
Los fundamentos
De la calle del Correo
Donde volaron el coche de Carrero
Y otros cuerpos no hace tanto.
17 de junio de 2011
ERA
un acertijo de considerable longitud y a la manera de otros de mi Señor, mi
Raptor, trataba de sugerir una multiplicidad infinita. Como en días de mar
violenta con múltiples manchas de espuma en múltiples oleajes. Pero no lo
conseguía; se podía resumir fácilmente: Había
sucedido algo que le emocionaba y al mismo tiempo -como sentía esperanzas- escupía inmediatamente sobre ello.
Haciendo acrobacias entre la ternura y el menosprecio, concluía lúgubre entre
sombras de atentados y de salas de tortura.
Ya carecía de todo interés para mí.
Observé dónde nos encontrábamos, abandonando
para ello la lectura de su Catálogo, aquel vanidoso documento que llevábamos
años recorriendo:
-Estábamos en
un local con música, lleno de gente joven salvo mi Señor que disimulaba su
condición de carcamal bajando la cabeza sobre un papel y anotando alguna cosa
que luego le sirviera para su Catálogo o como poema. ,- Yo a su lado,
invisible, lo veía y lo miraba todo crispado por la Lujuria y abrumado por la
Nostalgia:
de volver alguna vez a Diosa,
de volver alguna vez a Playa...
De pronto una
Joven Mujer Rubia se acercó a mi Señor sonriendo, como flor emergida del
tumulto, como Venus Citherea
salpicada por la espuma. - Él levantó la cara, la miró y la saludó en inglés
pues casi resultaba evidente que era extranjera. La chica todavía aumentó más
la longitud de su sonrisa, como si no estuviese acostumbrada a que hablasen su
idioma.
Mi Señor, entonces, atento a esta circunstancia, le hizo una
exhibición de poliglosia:
Le recitó de un tirón El Paraíso Perdido de Milton (una obra
universal en su mundo ya iba yo recordando...) -Como la muchacha parecía
encantada, siguió recitándole Sansón
Agonista. El canturreo de los interminables versos ingleses pareció
adormecerla o hipnotizarla.
-Dijo que era de Nueva York. -No se
apartaba de mi Señor.
La locuacidad de mi Amo no era desinteresada:
Quería impresionar a la joven y lo estaba consiguiendo. Detrás de su alarde de
memoria poética -pues seguía recitando, con diversos tonos, todos los sonetos
de Shakespeare, y antologías más o menos completas de Dylan Thomas, T.S.
Elliot, William Carlos Williams y sobre todo Walt Whitman y un tal Longfellow-
ya iba yo recordando...- no había otra cosa que Lujuria.
Pude
comprenderlo, aunque en mi interior le maldije y me ofrecí a colaborar con las
fuerzas que tarde o temprano le llevarán a la muerte. Pude comprenderlo porque yo también ardía de Lujuria como él en
aquel momento, sábado 27 de febrero de 2016. - Eran las dos de la madrugada.
La Lujuria
estaba en el ambiente, pero sobre todo en el rostro y en el busto de la chica
rubia. Una y otra vez volvíamos a mirarla y a remirarla reparando en los
detalles, la contemplábamos parte por parte y rasgo por rasgo y era imposible
encontrar en ella alguna imperfección o algo desagradable. -Era de un rubio profundo, como hubiera dicho mi Señor.
Profundamente
rubia, la deseábamos profundamente. A diferencia de mi Señor, como yo era
invisible (no-humano) podía hacer lo que se me antojara, semejante a las
criaturas de los sueños.
Y lo que se me antojaba era lo que él
no se atrevía a hacer.
-
Pues Yo Soy Su Alma. Y a veces
somos Uno. -
Lo que en aquel
instante deseaba era soltar el bolígrafo, dejar de bajar la cabeza, abandonar
su personaje de viejo poeta maldito en la
discoteca y abalanzarse sobre el pelo rubio, la carne rubia y los labios
rubios de la joven rubia americana.
- En vez de eso empleó sus
estrategias habituales, acuñadas tras más de 30 años de prácticas:
...Roces que parecen casuales pero que no
dejan de mantener un hilo de comunicación físico paralelo a las palabras:
Con las palabras sigue dinamitando
sistemático sus resistencias mentales: ahora le está haciendo un resumen del Beowulf con citas literales y rima
aliterativa y parece dispuesto a retroceder a escrituras más arcaicas, a las
poesías de los Nibelungos o de Taliesín.
.... Roces en su cintura que parecen casuales,
castos toquecillos entre amigos que tienen confianza, pero que no significan en
realidad sino todo lo contrario: -ya iba hablando yo como él, hay iba yo
pensando como ellos- puesto que el cuerpo de ella también tiene su lenguaje -es un lenguaje rubio- y responde a cada
contacto, más allá de las palabras:
- Dice
que la sigamos tocando.
...
Mi Señor ya se ha hecho dueño de su estrecha y torneada cintura. Ya no hay
manera posible de justificarlo como simple toque amistoso. Pero ella admite que
acaricie su espalda y su ombligo; y la fiesta, y el ruido y el remolino en
torno parecen estar de acuerdo con el Alma. Y me parece que esto ya ha ocurrido
otras veces.
Él lo llama el Remolino de Venus.
Sin pensarlo,
sin aplicar esta vez ninguna estrategia, mi Señor hizo un breve movimiento
bajando su mano hasta el culo de la muchacha.
No lo había pensado, pero estaba
totalmente seguro de que no le rechazaría:
-
En su boca, en sus manos, en el cerebro de mi Señor estaba depositado en
custodia el tesoro de todos los Poetas vivos o muertos. - (O eso le parecía a
él que estaba sumamente medicado):
-
Mi Señor llevaba más de dos horas diciéndole versos a tres centímetros
de su oreja y de su labio: -Ella ya no podía negarle su culo.
Sin embargo,
después de acariciarle el trasero de arriba abajo dos veces como quien hace un
saludo íntimo para comprobar su tono muscular, mi Raptor, mi Verdugo empezó a
sentirse inseguro y, aunque casi nunca le pasaba, le asaltaron las dudas.
-
Empezó a pensar que la americana
estaba borracha y que por eso se inclinaba sobre él mientras se dejaba tocar el
culo. Empezó a pensar que él tenía 52 años y ella 20. - Horribles imágenes de
orgías de teenagers norteamericanas alcohol-addicted desfilaron por su
cabeza: - ¿Qué era él?, ¿el desaprensivo viejo lascivo que se folla a la
neoyorquina degenerada? - Empezó a pensar que llevaba casi una década siendo físicamente fiel -si esto se puede
definir así- a Morphi; -que estaba enamorado de Morphi y no quería engañarla.
Al mismo tiempo
sus manos pensaban -sin apenas
interferir en el coloquio conyugal del cerebro- que el culo de la bella rubia
era exactamente del tipo que a él le gustaba:
Un poco grande, igual que sus tetas... -Sus manos pensaban
que eran absolutamente felices con esas dos caricias de reconocimiento por
encima del pantalón. O tal vez con la esperanza que abre -como un abismo en el
pecho- lo que ha dicho su cuerpo al ser acariciado:
-Ha dicho que es bello,
que es rubio, que es perfecto, que está disfrutando, y que no tiene miedo.
Mi Señor estaba
turbado. Yo no. Yo hice todo lo que había que hacer. Y lo hice rápido.
Él tardó días en salir de ello.
Con dolor y tristeza, tan suyas.
Yo tardé menos.
Y ya no éramos uno:
Turbado, tras
esas dos caricias irracionales e impulsivas, que le han
desequilibrado, vuelve a sus papeles y a su papel y a bajar
la cabeza, a envejecer, se retira del contacto de la Bella.
¡Y se
separa de Mí, que Soy Su Alma!
(Él ya debe saber que lo soy; él me
reconoce sin conocerme…)
Se separa, sí,
y la chica naturalmente se acerca a él otra vez para no perder el contacto.
Pobrecilla:
Se ha inclinado hacia mi Señor con tanta naturalidad que en
medio del tumulto de la gente que se aglomera detrás de ella, le ha ido a poner
los pechos en la cara. Puede apreciar a esa distancia cómo huelen los pechos de
la americana y qué peso tienen.
Es el olor
corporal de los ángeles rubios y el Alma no ansía, sino que vive ya la
diferencia entre el sabor de sus aureolas y el de las bolsas de sus senos: Las
fresas huelen de una forma y la leche caliente de otra. - Él se separa de mí cuando la separa a ella: Algo que es hiriente
como la desgarradura:
- ... Es increíble: Ha tomado a la
muchacha por los hombros y con gesto solemne la ha colocado a medio metro de
distancia sin dejar de sonreír: El lenguaje de las palabras y el de los cuerpos
por un momento vuelven a ser uno: se miran a los ojos y nada dicen. Los ojos lo
dicen todo.
-… Y mientras
mantenía la mirada clavada en los ojos redondos, acaramelados, incautos
, semi-ebrios, verde-manzana de la muchacha rubia, la de
Nueva York.
Mientras se lo decía con los ojos, en un idioma más antiguo
que el inglés -: "No vamos a hacer
nada; encantado de estar contigo"- ,
y mientras ella, -o acaso tan solo una parte de ella- sin hablar,
absorbía el mensaje con toda exactitud, casi palabra por palabra y sin palabras..., mientras él hacía eso, Yo, el Alma, hacía
todo lo contrario.
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